miércoles, 26 de agosto de 2009

Reclamamos derecho a replica.

El Domingo 9 de agosto de 2009, el Diario Perfil, dedicó tres páginas a difundir, basándose en dichos del Señor Hugo Dessal, expulsado de la

Asociación Bancaria por inconducta gremial en 2007, un libelo difamatorio. Perfil prosiguió la campaña el Domingo 16 sin respetar el derecho a réplica.

He aquí las notas presentadas para ejercer el Derecho a Réplica, por el Secretario General de la Asociación Bancaria, Juan José Zanola, y el Director de la Policlínica Bancaria.




Buenos Aires, 11 de Agosto de 2009

Señor Director
Diario PERFIL
D. Jorge FONTEVECCHIA
Presente


De mi consideración:

Me dirijo a Ud., en mi carácter de Secretario General Nacional de la Asociación Bancaria, con relación a la nota publicada el pasado 9 de agosto de 2009 en el periódico bajo su dirección, titulada “Vinculan a un sindicalista K con la ruta de la efedrina y los medicamentos truchos”.

Esa nota llega a aseverar que la firma de un fideicomiso con el Banco de la Provincia de Buenos Aires es sospechosa, puesto que se suscribió

el día en que aparecieron los cuerpos de tres personas salvajemente asesinadas. Así, afirma Perfil en su página 10, “sospechosamente el

contrato está fechado el 13 de agosto de 2008, el mismo día que fueron hallados en General Rodríguez los cuer pos de Forza, Ferrón y Bina”. Esta manifestación, que hace eje –como todo el artículo- en una tragedia, es aberrante. Pretender alguna vinculación entre ese crimen y la firma de tal Fideicomiso es, lisa y llanamente, una inaceptable perversión.

Por eso mismo, en la condición precedentemente manifestada, vengo a hacer uso del derecho a réplica previsto en el Art. 18 y ccds. de la Constitución Nacional. El mismo derecho se presenta a ejercer el Director de la Policlínica Bancaria, en nota que se adjunta. Ambas notas –es mi posición– necesitan ser reproducidas íntegramente, en el mismo espacio que fuera utilizado para el artículo que menciono.

Enfáticamente cumplo en aclarar que las manifestaciones vertidas por el Sr. Samuel Hugo DESSAL, en el contexto de una entrevista otorgada a ese diario, tituladas “Hay gente que murió por estos remedios, denuncia un ex secretario”, son absolutamente falsas e injuriosas, lo que dará lugar a las acciones civiles y penales contra el mencionado.

Es sumamente irresponsable que se hable de muertos sin dar nombres y motivos del fallecimiento, causando un daño irreparable, no a Zanola, sino a los profesionales y personal en general de la Policlínica Bancaria.

En este punto, advierto que dividiré esta respuesta en dos partes bien definidas, pero que indudablemente atañen a la cuestión y, fundamentalmente, al respeto a la verdad. Es realmente insólito que su diario haya reunido tal cúmulo de inexactitudes (siendo muy benévolo en el término) y livianamente las haya lanzado a rodar sin tomar el más mínimo recaudo en pos de asegurarse un mínimo siquiera de seriedad y responsabilidad en la confirmación de imputaciones que dañan a las personas y a las instituciones. Debe constar que en horas de la noche del día viernes 7 de agosto, cuando había ya terminado la jornada institucional habitual de la Asociación Bancaria, una persona que dijo ser periodista de ese diario, por vía telefónica, y que quedó en volver a comunicarse esa misma noche, aunque recién lo hizo pasado el mediodía del sábado por la tarde, tomó contacto con un representante del Sindicato, y haciendo alusión a que se publicaría dicho artículo, rechazó la propuesta –por imposibilidad material de hacerlo en ese momento– de escuchar nuestra información el día lunes para así poder confrontarla con la de sus fuentes, y luego recién editarla con el fin de evitar, de esta manera, eventuales malas interpretaciones en tan sensible materia que hace a la vida de las personas.

Cumpliendo con lo antedicho, desde la óptica de la Asociación Bancaria, voy a destacar que el señor DESSAL no fue excluido por mí del Sindicato, sino que su expulsión y desafiliación fue resuelta por el voto mayoritario del Congreso Extraordinario del Gremio, realizado el pasado 24 de octubre de 2007, en el cual el propio DESSAL, reconociendo sus gravísimas faltas gremiales y pidiendo disculpas por ello, votó por la revocatoria del cargo que hasta ese momento ostentaba. Las Actas y grabaciones del mencionado Congreso quedan a su disposición, siendo útil añadir que se trató del primer caso, en 25 años, de una expulsión del Gremio. Este dato es fulminante y debería haber sido objeto de investigación por parte de un diario que pretende revestir credibilidad en las noticias que propala.

Sentado ello, digo que en el año 1997, cuando en forma arbitraria el Instituto de Servicios Sociales Bancarios fue liquidado y el Sindicato debió hacerse cargo de la institución cuya creación el gobierno de Menem impuso, es decir, OSBA Solidaridad, no es cierto que ésta no tuviera deuda alguna, pues el Estado exigió que absorbiera el pasivo del llamado Instituto de Servicios Sociales Bancarios, asumiendo entonces un importante pasivo que, a la fecha, todavía pesa sobre la Institución.

No puede desconocerse, so pena de notoria y contumaz falsedad, que el desequilibrio financiero de la Obra Social Bancaria Argentina (OSBA) se origina en la supresión de los aportes sobre los activos bancarios –intereses y comisiones– (Art. 17, Inc. f) Ley 19322) que fuera dispuesta mediante un decreto de Domingo CAVALLO, circunstancia que originó reclamos judiciales de parte de la Asociación Bancaria y que están aún pendientes de solución.

Por otra parte, el Fideicomiso firmado con el Banco de la Provincia de Buenos Aires, permite diferenciar supuestos pasivos con las prestaciones presentes, permitiendo así su cumplimiento.

Si bien en principio, la entonces Ministra Graciela OCAÑA se opuso a su instrumentación, aquél fue convalidado judicialmente, no haciéndose efectiva la oposición mencionada.

Tampoco es cierto que haya muerto algún afiliado por el uso indebido de medicamentos falsificados. Es una afirmación por completo viciada de falacia y muy malintencionada. La única oportunidad en la cual se pudo constatar la irregularidad de un medicamento, que fuera entregado por los laboratorios encargados de su producción y/o distribución, ello fue denunciado precisamente por la Obra Social que presido.

Niego terminantemente la existencia de algún tipo de sociedad o conexión de índole comercial entre el suscripto, la señora ABALLAY y San Javier SA. Más aún, he sido yo quien denunció oportunamente a dicha firma comercial por defectos en la rendición de cuentas (Juzgado Federal N° 5, Secretaría N° 9).

No conocí, ni tuve conexión alguna, con los señores Sebastián FORZA, Damián FERRÓN y Leopoldo BINA. Sólo la deliberada intención de dañar, ofender y agraviar puede generar tales imputaciones, exclusivamente sustentadas por la irresponsabilidad de quien, con abierta impudicia, las profiere. Aquí reitero lo expresado al principio: pretender vincular, de alguna manera, cualquiera ella sea, la aparición de los cuerpos sin vida de los nombrados, con la firma de un Fideicomiso con el Banco de la Provincia de Buenos Aires, es una infamia que sólo pueden promover aquellos que se sienten impunes en el ejercicio de un supuesto cuarto poder, que pasa por la propiedad de un medio de comunicación y que de ninguna manera se corresponde con la Democracia.

Tampoco es cierto que la ANMAT haya determinado la responsabilidad o vinculación de la Obra Social en las irregularidades denunciadas; y tampoco es cierto que el señor ex Defensor del Pueblo haya formulado una denuncia contra la Institución que presido sobre ese tema, pues lo que planteó fue la falta de servicios en algunas colectividades.


Por último, en esta primera parte exclusivamente institucional, voy a expresarle taxativamente que las manifestaciones del Sr. DESSAL aviesamente se enmarcan, con meridiana claridad, dentro de la campaña electoral que se está llevando a cabo en el ámbito del Sindicato por las próximas elecciones de autoridades del mismo, y cuyo bajo nivel –lindante ya con la sordidez– se explicita con las arteras imputaciones que pretende formular.

La segunda parte a que hiciera mención al comienzo de la presente, implica transmitirle algunas aclaraciones necesarias y muy útiles a la hora de juzgar –como lo hace- pero con la conciencia de estar difundiendo verdades y no aportando a maniobras teñidas por el despecho y el ansia de dañar no ya al suscripto, sino lo que es peor al conjunto de los trabajadores bancarios y sus familias, sembrándole dudas y desesperanza totalmente infundadas.

Afirmo esto porque, aun reconociendo que la mala memoria es un defecto muy argentino, desgraciadamente, me parece inadmisible que también un medio de prensa –como es el caso, con toda evidencia– caiga en lo mismo que el supuesto “denunciante”, salvo que lleve –reitero– intenciones ocultas. Esto viene a cuento a raíz de la “descripción” de mi actividad gremial hecha por ese diario, donde se me hace aparecer como amanuense de los gobiernos de turno.

¡Con qué poca información cuenta, cuando debiera poseerla de primera!

En primer lugar, y en eso no se equivoca, tuve ideas en mi juventud que pueden ser tildadas de nacionalistas, pero ¡cuidado! no de nazionalistas, como pareciera ser la intención. Fueron las mismas ideas que desarrollaban y enaltecían don Arturo JAURETCHE, Homero MANZI y Raúl SCALABRINI ORTIZ, entre otros, lógicamente con más talento que el mío. Y tener esas ideas y aún mantenerlas, en gran parte me llena de orgullo, como peronista que soy. Advertirá, si conoce la historia de los prohombres citados que ninguna contradicción existe en ello.

Le quiero recordar que, asimismo, al igual que las elecciones nacionales del 30.10.1983, los comicios bancarios fueron realizados bajo la égida militar –el 13 de octubre del mismo año– siendo encargado en el Gremio (intervenido desde 1976) por el Secretariado Nacional proscripto y por algunos compañeros detenidos de tratar de llevar adelante y en progreso la reorganización del Sindicato, participando en la Lista que encabecé junto a dirigentes cuyas ideologías iban desde el peronismo, pasando por el radicalismo, intransigentes, socialistas, hasta el comunismo.

Desde luego, el señor DESSAL no formó parte de aquella pléyade de luchadores, que fueron verdaderamente perseguidos por la dictadura, ni tampoco por los avatares inmediatamente anteriores a la misma, cuando ser sindicalista no era tan fácil y tampoco era tan sencillo y gratuito “hacer denuncias”. Tampoco, salvo honrosas excepciones, los medios de prensa eran tan puntillosos en recogerlas. Pero, en fin, debilidades humanas, seguramente.

En los gobiernos constitucionales, mi sumisión no debe haber sido tanta, cuando el entonces Presidente Dr. ALFONSÍN, con quien me unió una amistad posterior a su mandato y un sincero respeto, vetó la Ley de Estabilidad Bancaria, aprobada por unanimidad por ambas Cámaras del Congreso, el 12 de setiembre de 1984, que hubiera evitado con su vigencia el calvario que sufrió el Gremio después.

En 1985, cuanto se intentó liquidar el Banco de Italia –9 de mayo de dicho año– fue precisamente la acción de los trabajadores y de la Asociación Bancaria que yo presidía, quienes con la toma de las 88 Sucursales del Banco y su Casa Central, hizo que tuviera que darse marcha atrás y transformar la liquidación en intervención. En 1986, frente a una lista opositora prohijada por el Gobierno de entonces, siendo candidato de la misma Tulio BERNASCONI, Diputado Nacional con orígenes en el Banco Hipotecario y concurriendo a controlar el escrutinio Marcelo STUBRIN y Jesús RODRÍGUEZ entre otros, recibí el voto de confianza de mis compañeros bancarios.

Durante la gestión presidencial del Dr. MENEM, de quien no voy a negar que fui propulsor desde 1986 a su candidatura, voy a señalarle –por si no le consta, como todo parece indicarlo– que el 10 de julio de 1989, me fue ofrecida por ese Presidente la Embajada en la ALADI, precursora del MERCOSUR y luego designado consecuentemente Embajador por el Senado, tomándome juramento el entonces Canciller CAVALLO, junto a Amalia FORTABAT, Julián LICASTRO y Miguel UNAMUNO, entre otros.

En ejercicio de esas funciones, el Gobierno Nacional decidió la liquidación del Banco Hipotecario Nacional. La reacción de los trabajadores y de la Asociación Bancaria fue inmediata y mi decisión fue estar con el Gremio antes que en la Embajada, mereciendo del extinto Bernardo NEUSTADT la calificación de “primer embajador huelguista”. La lógica consecuencia fue mi renuncia a dicha Embajada, pero evitando la liquidación del Banco Hipotecario, sin olvidar la lucha para evitar la privatización del Banco de la Nación Argentina, procediendo junto a otras medidas de no menor importancia, a recoger en todo el país 1.200.000 firmas de la ciudadanía –tarea impulsada e instrumentada por la Asociación Bancaria– en contra del mencionado proyecto.

Con CAVALLO como Ministro de Economía los enfrentamientos fueron constantes, por el Banco Nacional de Desarrollo, por la Caja Nacional de Ahorro y Seguro y, en general, por la política que aplicaba en neto perjuicio de los trabajadores y las entidades oficiales.

No voy a olvidar, tampoco, los conflictos permanentes, en la época de DADONE como Presidente del Banco Nación, que tuvieron corolario y represalia en el decreto 492/95, Art. 11, que dispuso la liquidación del Instituto de Servicios Sociales Bancarios el 20.09.1995, y que fue resistido legal y gremialmente, logrando que la liquidación se transformara en intervención. Siguieron luego decretos inauditos (263/96 y 915/96, inconstitucionales naturalmente) que intentaron hacer caer el aporte especial del 2% sobre intereses y comisiones bancarias (al que aludí al principio) para el Instituto de Servicios Sociales Bancarios, vigente prácticamente desde su fundación en 1952 y que aún hoy los bancos niegan a la OSBA (que es su continuadora), pese a algunos acuerdos parciales. Ello causa un deterioro en los ingresos de la Obra Social de cerca de $ 12.000.000.- mensuales. Tal desfinanciación, deliberada y soez, en neto perjuicio de la Obra Social y buscando su asfixia económica, es causante en gran parte y por encima de nuestros errores, del deterioro sufrido por la OSBA Solidaridad, existiendo banqueros que alegremente vaticinaban nuestra quiebra en 1998; banqueros algunos de ellos partícipes de la “fiesta” que pagó el Pueblo en 2001/2002. Pero nosotros seguimos de pie, sin negar los problemas, pero trabajando muy seriamente para solucinarlos.

Reseñar mis relaciones con el Ministro LOMBARDO y con CAPACCIOLI, RINALDI y Cía., junto a mi posición, sin estridencias, dentro de la CGT sobre el particular, sería extender en demasía la presente carta, pero le adelanto que no tengo ningún inconveniente en marcarlas en el momento oportuno. Sólo manifiesto que el Plan de Crisis que se señala fue presentado por la Obra Social el 7.05.08, sin obtener respuestas, o a medias, sin definiciones hasta diciembre de 2008. Tanta diligencia para cuidar la salud realmente asombra.

Por supuesto que sí debo aclarar que he respaldado a los gobiernos de Néstor y de Cristina Kirchner, por lo que han hecho para superar la crisis más grave de nuestra historia, y por los derechos de los trabajadores que durante sus gestiones se han recuperado: serie de negociaciones paritarias más prolongadas desde 1955, recuperación de derechos consagrados por la Ley de Contrato de Trabajo, que habían sido derogados por la dictadura y los regímenes neoliberales que la sucedieron, recuperación de los fondos previsionales que fueron depredados por las AFJP, creación de cientos de miles de fuentes de trabajo, y otros muchos logros. Aclaro que de la misma manera habría actuado con cualquier gobierno que hubiera adoptado idéntica actitud.

Ello no quiere decir que no señale y reclame también a este Gobierno cuestiones pendientes, como por ejemplo la reforma del Sistema Financiero (que es responsabilidad primigenia del Congreso de la Nación) o la derogación del decreto que anuló ilegalmente las contribuciones de los bancos a la Obra Social y a las que me refiriera en párrafos precedentes.

Por último, afirmo que no soy ni perfecto, ni héroe, ni mártir y que me equivoco todos los días, pero no puedo dejar pasar tantas alteraciones y tergiversaciones de la verdad guardando silencio.

Es francamente deplorable comprobar la intencionalidad de un medio de prensa que se hace eco de injurias y acusaciones sin ningún sustento para apostar a una rastrera maniobra de abierto corte electoralista.

Atte.




JUAN JOSÉ ZANOLA
Secretario General




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